Fisher AG7: el bolígrafo original de los astronautas

Este bolígrafo destaca por su singularidad... De color plateado y con un mecanismo retráctil, pasó por un riguroso proceso de prueba durante dos años antes de ser seleccionado para las misiones del Apolo 7. Desde entonces, ha sido parte de todas las misiones espaciales tripuladas: desde el Apolo y el Shuttle de la NASA hasta la Estación Espacial Internacional, los vuelos rusos en Soyuz y la estación MIR, el programa ARIANE de Francia, e incluso en la expedición a la cima del Everest.

Su cartucho de tinta está presurizado, lo que le permite escribir en condiciones de gravedad cero, bajo el agua, sobre papel húmedo o aceitoso, y en un amplio rango de temperaturas, desde -35 hasta 120 °C. La bola de la punta está hecha de carburo de tungsteno, diseñada para evitar fugas y capaz de escribir a alturas de hasta 3.810 metros.

Este bolígrafo utiliza tinta tixotrópica, y su cartucho, sellado herméticamente y presurizado, dura tres veces más que uno convencional. La tinta es empujada hacia afuera por nitrógeno comprimido a una presión cercana a 240 kPa (35 psi).

El bolígrafo tiene un peso notable en la mano y presenta un acabado cromado muy duradero. Su mecanismo retráctil se activa mediante un botón lateral, asegurando que la punta se retraiga siempre antes de guardarlo en el bolsillo. Todos los componentes están fabricados con aleaciones de alta calidad y el bolígrafo es producido en Estados Unidos.